Uno de los retos más difíciles a los que me he enfrentado como organizadora de eventos fue cuando, hace unos años, tuve que montar un evento en una finca prácticamente derruida de la que eran dueños mis clientes. Como siempre, os cuento mi experiencia esperando que sirva de ayuda en vuestro trabajo.
Unos jóvenes herederos (cuyo nombre prefiero no mencionar) querían reformar una antigua hacienda para utilizarla como casa de veraneo de toda la familia, pero lo que para otros es una simple reforma, para ellos era todo una acontecimiento. Por lo visto, la hacienda que había pertenecido a sus antepasados, era como un emblema familiar porque ahí se había iniciado el imperio económico, y el emporio de empresas que ahora ellos manejaban. Así que, antes de iniciar ninguna reforma, querían organizar una fiesta por todo lo alto en la finca que diera comienzo a una “nueva era familiar” (así lo llamaron) y, tras las reformas y la rehabilitación del edificio, una nueva fiesta para mostrar el resultado. Era algo así como: el antes y el después, sólo que con fiestas de por medio y mucho glamour.
De pronto me vi ante un caserón enorme en el que no podíamos entrar porque los profesionales y expertos habían catalogado como peligroso y un terreno descuidado e inmenso que parecía un auténtico secarral. La boca se me quedo de esparto, los ojos se me abrieron como platos y me agarré a mi propio bolso esperando que alguien me diera un poco de inspiración divina que, ese día, no llegó.
Tras meditarlo con la almohada me puse manos a la obra “A mí no se me resiste nada”, pensé, y cogí el teléfono inmediatamente para contactar con los dueños y les planté cara diciéndoles que necesitaba una cocina en condiciones, un lugar donde empezar a preparar todo y que, por lo tanto, debían reformar la inmensa cocina del piso inferior de la finca con todo lo que eso conllevaba antes de hacer nada. ¿Sabéis que me contestó?, “tienes un mes”. ¿Cómo que tenía un mes? Yo en mi vida he organizado una reforma y mucho menos una rehabilitación. Llamé a varias empresas de reformas integrales y tras aceptar un presupuesto y pagarles una buena pasta para que dejaran esa zona de la finca en condiciones me puse en contacto con alvimodul.es, un atienda online de cocinas a medida con grandes ofertas que en ese momento necesitaba porque me había dejado más presupuesto del debido en la rehabilitación de la estancia para que acabaran lo más rápido posible.
Aquello era un caos pero tenía que lograrlo así que, mientras los obreros trabajaban, teniendo en cuenta que yo no podía hace nada en la hacienda, me puse a investigar sobre tendencias, lo cual es muy curioso porque mientras que antes toda la información me mandaba a comprar muebles a empresas extranjeras, actualmente todo ha cambiado mucho. Las nuevas generaciones de las firmas familiares han impulsado la innovación y la internacionalización del sector con una gran gestión que ha hecho que el mueble español adquiera por fin la importancia y la fama que merece.
Elegí cada silla, cada mesa, cada adorno y cada accesorio que se exhibiría en el evento y, después, esperé y esperé a que terminaran las obras. Cuando llegué a la finca al día siguiente para ver los resultados quedé satisfecha, tanto la empresa de reformas integrales como los muebles de Alvimodul eran una auténtica pasada y habían hecho todos un trabajo estupendo, así que os los recomiendo a todos la verdad y en menos de una semana, 6 días concretamente, los dueños tuvieron su tan esperada fiesta.
Fue todo un éxito y, obviamente, me contrataron un año después para que les organizara la otra, la de la post-reforma.
Seguid un consejo: lo que penséis que no se puede hacer, se puede. Plantadle cara a todo y hablad las cosas claras con vuestros clientes diciéndoles claramente los pros y los contra y esperad su respuesta, que no os dé miedo perder un trabajo si ellos no están de acuerdo porque es mucho peor aceptar algo que sabéis que no tiene sentido y que salga mal, os lo aseguro.