Hoy vamos a hablar de los detallitos que se suelen regalar en las bodas a todos los invitados. Esto es algo que se lleva haciendo desde que tengo memoria y aunque siempre me ha parecido una ridiculez, he de reconocer que la tradición popular requiere que se haga y, por tanto, hay que tenerlo muy en cuenta.
Lo de que lo veo una ridiculez es porque todos los regalitos que me han dado en las bodas han acabado en el cubo de la basura, todos menos uno: una bolsa de chuches que me comí la mar de feliz al día siguiente. Probablemente ese haya sido el mejor regalo de todos.
Lo típico suele ser un bolígrafo, una vela perfumada, un espejito, un puro para los caballeros, una mini botellita de licor, posavasos, una figurita… y seamos sinceros, el boli puede que lo uses para llevarlo en el bolso por si acaso pero de recuerdo nada, la vela perfumada o la tiras o la usas, pero casi nadie la deja demasiado tiempo de adorno, el espejito yo lo rompo siempre, el puro te lo fumas (eso al menos tiene un sentido), la botella te la bebes (o no, hay gente que las colecciona), los posavasos a la basura, la figurita a la basura… ¿sigo? No hace falta ¿no? En mi opinión es un gasto de dinero innecesario que hacen los pobres novios, o las familias, para nada.
Ahora bien, como es tradición pues se hace así que atended bien a lo que hice en mi última boda. Los novios eran súper ecológicos y querían dar un detalle que no contaminase y que les representara. Dentro de esas pautas elegí para ellos tres opciones: un ambientador floral fabricado a base de pétalos secos, unas velas perfumadas naturales (como no) y unos jabones naturales. Ganaron los jabones, pero ese no es el detalle, el detalle fue la sorpresa. Me puse en contacto con esta empresa de bolsas biodegradables y les hice un pedido de 150 bolsitas con un corazón impreso (con tinta ecológica por supuesto) y los nombres de los novios. Metimos los regalitos dentro de las bolsas, que quedaron monísimas, y cuando las vieron los novios quedaron encantados. Les dijimos enseguida que eran biodegradables y que era una sorpresa para ellos que iba en sintonía con su ideología para que los invitados pudieran llevarse el detallito cómodamente (ya sabemos cómo son los bolsos de boda que llevan las damas a esos eventos).
También podéis probar a decirles a los novios que creen sus propios regalos para los invitados. Algunas parejas estarán encantadas con la idea de hacerlos ellos mismo y otros pondrán el grito en el cielo pero puede ser una posibilidad. El “hazlo tú mismo” está ahora muy de moda y puede ser un puntazo.