Paintball, rafting, barranquismo, tirolina, escalada, rápel… los deportes de aventura llevan años estando de moda y personas de todas las edades los practican prácticamente a diario. Hay actividades para niños, para familias, para gente joven y, por supuesto, para aquellos iniciados que quieren aumentar aún más sus conocimientos al respecto y convertirse en auténticos profesionales del barranquismo, por ejemplo. Eso sí, todos estos deportes han de hacerse bajo la supervisión de un profesional y, por eso, cuando hablamos, como voy a hacer yo, de elegir este tipo de actividades como experiencia de ocio en una celebración o un evento, siempre debemos acudir a profesionales del sector.
Llevamos ya varios años en los que, tanto ellas como ellos, optan por este tipo de actividades deportivas para pasar un día en el campo y celebrar una despedida de soltero o soltera diferente y original. Atrás quedaron las típicas fiestas en las que ellos acababan disfrazados de novias y ellas acababan con diademas en forma de pene en la cabeza. Eso ya son cosas del pasado. Ahora lo que prima es pasar un día diferente y especial en compañía de amigos y familiares. Incluso la tradición de celebrar las despedidas por separado está llegando a su fin. Ya son muchas las parejas que deciden celebrar despedidas conjuntas para abaratar costes a sus invitados y, de paso, celebrar juntos también ese día.
Personalmente, como profesional de la organización de eventos, os aseguro que este tipo de actividades suele gustar a todo el mundo. A unos más, a otros menos, pero la diversión, por regla general, suele estar garantizada.
Nuevas ideas para nuevos eventos
Ahora bien, ¿hablamos solo de despedidas de soltera o soltero cuando pensamos en preparar este tipo de actividades dentro de la organización de cualquier tipo de evento? Por supuesto que no. Puede que la idea empezara a tomar forma en estas celebraciones, y que empezara a generalizarse entre el público más joven a raíz de ellas, pero hoy en día se pueden organizar cumpleaños, fiestas de trabajo y reuniones de empresa, e incluso fiestas pre-nacimiento. Últimamente se está poniendo muy de moda que con la llegada de un nuevo miembro a la familia, los papis y mamis quieran tener varias experiencias antes de su llegada, una especie de despedida de esos días sin preocupaciones que van a tener que ir olvidando, al menos los primeros años de vida del peque.
Lógicamente la mamá, embarazada de 8 meses, no se va a tirar de una tirolina o se va a poner a pegar tiros con una escopeta de balines de pintura, pero ya he organizado varias fiestas, sobre todo para amigos de la pareja junto a ellos (nada de famliares), donde hacen una especie de “todo en uno” con babyshower, barbacoa, actividades y mucha diversión.
La última fiesta de este tipo la organicé en Granada junto a Ocio Aventura Cerro Gordo, una agencia especializada en deportes de aventura con la que ya había trabajado otras veces, aunque no en una fiesta de este calibre.
Alquilamos una finca, que todo sea dicho salía genial de precio, en la que te dejan las instalaciones para que tú, y tus amigos, organicen barbacoas, fiestas de cumpleaños y demás. Tienen zona de barbacoa con mesas, piscina, aseos, zona techada por si llueve, y muchísimo terreno para preparar gymkanas o cosas similares.
Fue todo un éxito, y una de las asistentes a ese evento me llamó hace poco para pedirme que organizara algo similar dentro de tres meses, ya que ella está ahora embarazada de 4 y quiere una fiesta parecida para entonces.
Nada más llegar descubrieron toda la decoración que había preparado en la zona de las mesas de la barbacoa. Una especie de decoración babyshower pero muy rústica y campera, algo similar a lo que se está llevando ahora para las bodas. Hicimos un almuerzo a base de aperitivos de todo tipo que contratamos a un servicio de catering y sobre las 12 del mediodía, mientras otra empresa preparaba la barbacoa, empezó la aventura. Nos llevamos a todos en tres furgonetas de 9 plazas hasta el final de un recorrido de rafting por el río Genil, y dejamos allí a la chica embarazada ya de 8 meses, en una especie de porche al estilo tienda de campaña que habíamos levantado un par de horas antes. Tenía preparada allí una nevera con todo tipo de bebidas dulces y refrescos, y junto a ella se quedaron aquellas personas que no quisieron hacer el descenso del río: dos amigas y un chico que tenía un esguince en ese momento.
Se quedaron allí con la premisa de que ellos eran su corte de honor, y tenían que estar allí durante unos tres cuartos de hora a la espera de que llegarán hasta ellos los grupos de rescate, que no eran otros que su marido y el resto de amigos y amigas que irían en dos botes por el río Genil.
Volvimos a montarlos en las furgonetas y menos de 15 minutos después estaban todos descendiendo el río en dos barcas con monitores. Llegaron prácticamente a la vez al punto final del descenso, donde esperaba la chica embarazada y su corte. Cuando bajaron de la barca, llenos de adrenalina y riendo, les obligamos a contestar un par de preguntas sobre el embarazo de ella (que habíamos planeado previamente junto a la homenajeada) antes de poder atravesar la barrera para poder llegar hasta ella.
Practicaron también tiro con arco, una actividad en la que la chica embarazada también participó, y cada vez que alguien daba en la diana, (si rozaba la flecha pero caía también lo dábamos por válido porque si no habría sido un desastre), la pareja ganaba un detalle para su bebé: un babero, unos patucos, un gorrito, unas manoplas, muselinas, chupetes, etc.
Sobre las 14:00 volvimos a la finca y comieron una suculenta barbacoa. Después de comer, a la piscina, de relax y disfrute, y sobre las 18:00 hicimos la última actividad de la jornada: paintball. Se dividieron en dos equipos, uno dirigido por el futuro papá, quien también participó en la batalla de pintura, y otro dirigido por la futura mamá, que vio todo desde detrás de las vallas. Para ello, ambos capitanes de equipo llevaban unos cascos con un micro por donde podían dar órdenes a sus subordinados. Ganó ella, y de premio se llevó el carro que todos sus amigos les habían comprado previamente.
La jornada fue un éxito, y la idea ha gustado tanto que cada vez tengo más clientes buscando la organización de eventos similares. ¿Qué os parece está nueva idea?