Una boda de día es un acontecimiento muy especial y cuando nos invitan a este tipo de celebraciones, dependiendo del tipo de etiqueta podremos elegir un estilo u otro.
Si bien, hay ciertas cosas a tener en cuenta para ser la invitada perfecta a una boda. Y es que, no es lo mismo que nuestra boda sea de día que más tarde, que sea en verano o en invierno. Todos estos son factores que harán que un estilo pueda ser más apropiado que otro, por lo que debemos de ser cuidadosas a la hora de elegir nuestro look para acertar con el protocolo de este tipo de celebraciones.
Está claro que lo interesante también es conocer las reglas para luego poderlas romper, por ello no está de más recordar cómo son los looks más apropiados para una boda de día.
Las Claves del Look Perfecto para una Invitada de una Boda de Día
De un tiempo a esta parte he empezado a tener un montón de bodas, suele ocurrir cuando llegas a los treinta, la mayoría de mis amigos empiezan a casarse, las invitaciones de boda llaman a la puerta, así que una tiene que empezar a preocuparse de estar preparada para salir airosa y más cuando el presupuesto es algo ajustado.
Una de las cosas que he decidido hacer desde que las invitaciones de boda se han ido empezando a acumular es la decisión de hacerme la depilación láser médica.
Llevaba tiempo pensando en hacérmela, pero siempre lo terminaba posponiendo, ahora con la cantidad de bodas a las que me han invitado, y siendo la mayoría en verano me he decantado por hacerlo por fin.
Lo bueno de la depilación láser médica es que ya no tienes que preocuparte de estarte depilando cada poco tiempo, es la forma de conseguir una depilación permanente.
Teniendo en cuenta que los vestidos para las bodas de día en verano son, en su mayoría, cortos y por encima de la rodilla, no tener que preocuparme por depilarme me daba mucha tranquilidad. Por esta razón acudí a Arte Estética, ya que me interesaba una depilación láser médica en un centro médico estético con amplia experiencia y profesionalidad.
Una vez que tuve esto resuelto la elección del vestido me parecía más sencilla, y es que ahora sí que no iba a tener ningún problema en enseñar las piernas.
Mi idea era la de un vestido ligero, liviano y volátil de un tejido como el lino, la gasa o el algodón. No quería nada que tuviera mucha pedrería, lentejuelas o brillos sino algo más bien sencillo y subir el look con unas buenas joyas.
Y es que no debemos de olvidarnos que la protagonista de la ceremonia tiene que ser la novia y no las que somos invitadas. Así que algo sencillo de un color claro como el pastel o el nude me parecía una buena elección.
Otros colores que también me gustaban y son el amarillo, el coral, el rosa y el azul, aunque como no todos me quedan bien a mi tono de piel y, teniendo en cuenta que, la mayoría de las bodas están programadas en verano donde tienes tiempo de coger algo de bronceado me decanté por colores elegantes a la par que vivos.
Lo que tenía claro era que quería evitar los vestidos oscuros como el negro que son más adecuados para la noche y, tampoco tenía pensado lucir modelos de color blanco a no ser que sea petición expresa de los novios.
Debemos de recordar que el blanco está reservado exclusivamente para la novia.
Así, una opción elegante con unas joyas adecuadas siempre será una buena fórmula, todo ello acompañado de un buen peinado que, en épocas como la veraniega siempre es más aconsejable si como peinando optamos por un recogido.