Las actuaciones, ya sean de una representación teatral, un concierto, el circo… son fundamentales para todo tipo de personas puesto que nos permiten darle algo de vida a nuestro día o semana. La verdad es que, por ejemplo a los niños, se les ilumina la mirada cuando saben que van a acudir a uno de estos eventos. Ahí radica la función social de todas esas compañías de teatro, grupos de música y demás grupos de artistas que se desplazan a lo largo y ancho de nuestra geografía durante buena parte del año.
Pero hay muchas más cosas detrás de una actuación. La verdad es que son bastantes los trámites que hay que sobrepasar para obtener un permiso municipal, por ejemplo, que permita que una determinada entidad organice un evento en un lugar determinado. Eso por no hablar de todas las cuestiones que tienen que ver con la organización interna de esas compañías. Todo el mundo tiene que estar perfectamente dado de alta en la seguridad social y, por supuesto, la propia entidad tiene que asumir una serie de costes derivados del pago de impuestos. El funcionamiento, desde luego, es el mismo que el de una empresa.
Este tipo de asuntos obliga a que una entidad de este tipo tenga que tener, al margen de todos los actores o músicos, a alguien que se encargue de todo este tipo de cuestiones… o delegarlas en una gestoría o asesoría que sea de su máxima confianza. Lo que está claro es que si alguien no coge este asunto, el grupo se puede ver envuelto en problemas que son bastante importantes y que pueden dar al traste con la actividad que, con tanto esfuerzo, han tratado de sacar adelante durante, casi con total seguridad, mucho tiempo.
La vida de los grupos de música o las compañías de teatro no consiste únicamente en ensayar, saltar al escenario y triunfar. Hay muchas cosas por detrás que no se ven y que, en la mayor cantidad de ocasiones, están relacionadas con la gestión de trámites, permisos y burocracia en general. En los pequeños grupos y compañías, la falta de recursos hace que sea imposible contratar a personal para que se encargue de este tipo de asuntos, por lo que lo más recurrente es externalizar esta gestión en una asesoría o gestoría que permita a la entidad estar al corriente de todas sus obligaciones. Este tipo de ejemplos, tal y como nos han comentado los profesionales de Trámites Fáciles Santander, es cada día más habitual en los tiempos que corren.
Espectáculos que cada vez están más demandados
Hay una realidad que es innegable. Y es que los diferentes tipos de espectáculos están cada vez más demandados en un país como el nuestro. La página web We Are Testers informaba, en uno de sus artículos, hacía referencia a que hay un 42% de personas en España que consumen obras de teatro entre dos y cuatro veces cada año, siendo un 16% la cantidad de personas que consume más de cuatro obras de teatro al año. Son datos mejores que durante años anteriores. Y eso nos gusta.
Otra de las cosas que nos viene gustando bastante en los últimos tiempos es que está creciendo el número de conciertos y festivales que se han realizado. En concreto, según la página web Estrella Digital, ha crecido ese número durante el año 2018, algo que nos permite ser optimistas y pensar que todos los grupos encargados de ofrecer espectáculos han encontrado una manera efectiva de desarrollar sus actividades sin que hayan encontrado demasiados problemas al respecto.
Es evidente que la cantidad de burocracia a la que estamos sometidos en un momento como el actual y en un país como el nuestro es bastante importante. Por eso hay que saber encontrar el modo de organizarse y de enfrentarse a este tipo de cuestiones. Desde luego, provocan bastante trabajo y las consecuencias de no cumplir con este asunto pueden llegar a ser bastante negativas para el proyecto que estamos elaborando con tanto tesón y tanto cariño. Así que mejor cumplimentar todos y cada uno de los trámites necesarios para que no se pueda presentar ninguna situación complicada.
No podríamos terminar este artículo sin comentar la necesidad que tenemos en España de reducir la burocracia existente para todo tipo de cuestiones que tengan que ver con la difusión de la cultura. Porque si pretendemos que ésta llegue a todo el mundo, tenemos que hacer posible que no existan tantas dificultades para su creación. Lo contrario, simple y llanamente, es poner dificultades a todo lo que tiene que ver con la cultura. Y esa, desde luego, no es la manera que tenemos que tener para que la gente apueste por ella.