Hace unos meses, antes del boom de las bodas anual que todos los años tiene lugar entre junio y septiembre, hablábamos sobre un evento que cada día está ganando más adepto en nuestro país: las baby shower. Algunos opinan que nos estamos americanizando (no sin falta de razón) y otro aseguran que sólo es una excusa más para reunir a los amigos y familiares y disfrutar de una tarde divertida para dar la futura bienvenida al nuevo miembro del grupo. Sea como sea, la realidad es que cada día se celebran más “baby shower” en España de manera generalizada y, por tanto, los organizadores de eventos tenemos un nuevo servicio más que ofrecer.
Hasta el momento no he organizado demasiadas “baby shower”, bajo mi punto de vista, pero ya he organizado más que muchos compañeros de la competencia y os puedo asegurar que hay algunas cosas que ya tengo bastante claras al respecto:
Ten claro, antes de nada, quién organiza la fiesta. Cuando es la madre quien te contrata, lo más seguro es que no tengas ningún problema con ella (salvo algunas excepciones), pero cuando es otro miembro de la familia o las amistades la cosa se complica.
Mientras que la futura mamá suele querer algo sencillo, divertido y con pocos invitados, si es la abuela de la criatura la que organiza el evento querrá invitar a media España y, además, tendrá muchas peticiones quisquillosas que hacerte: todo de color rosa o azul, pastelitos con carteles, libros de firmas con fotos de bebés, etc. Un suplicio la verdad. Pero lo peor que puede pasaros es que organicen la fiesta las amigas de la mami porque entonces descubriréis hasta qué punto las mujeres son incapaces de ponerse de acuerdo; os marearán hasta tal punto que tendréis ganas de devolverles el dinero y decirles que se apañen solas pero nosotros, como buenos organizadores, tendremos que respirar profundamente y pensar en el bien de la futura mamá y en ser unos buenos profesionales (se venga lo que se nos venga encima).
Regalos
Con respecto a los regalos hay que tener mucho cuidado porque aunque algunos invitados querrán llevar la sorpresa sin que nadie lo sepa, hay que convencerles de que te digan qué van a regalar con el fin de evitar regalos similares. En la última baby shower a la que asistí (no como organizadora sino como invitada) la mamá se encontró con dos packs para esterilizar biberones de Chicco idénticos y tres tartas de pañales que, aunque nunca vienen mal, en el momento quedó demasiado repetitivo.
Cuando alguna amiga o familiar me pide consejos sobre regalos yo suelo recomendar unas canastillas de ropa para bebé por diferentes motivos. El primero porque la ropa nunca sobra a esas edades ya que cada dos por tres se manchará y la mamá tendrá que cambiarlos. El segundo porque no sabemos de qué presupuesto dispone la invitada y hay canastillas muy económicas y otras de mayor valor entre las que podrá elegir la que más se adapte a su bolsillo. Y el tercero porque aunque le regalen dos canastillas el mismo día nunca serán iguales.
Y un consejo más: no os dejéis avasallar con la decoración. Todo el mundo está tan emocionado con la llegada del bebé que quieren participar como sea en la decoración de la baby shower pero los/as profesionales sois vosotros/as, no ellos, y sois quienes saben realmente cómo van a quedar las cosas y qué necesitáis así que sed indulgentes, ceded en ciertas cosas pero no os dejéis avasallar por nadie, aunque sea la abuela de la criatura.