Yo era de los que siempre había pensado y dicho que lo de meter a sus padres a la vejez en una residencia era de ser “malos hijos”, y que organizándose debidamente, trabajar, ocuparse de su familia, y tener a sus padres en casa era posible. ¡Ojalá me hubiese callado entonces! Pues, la vida da muchas vueltas y hasta que no te encuentras enfrentado a una situación concreta, en realidad ¡no sabes nunca cómo vas a actuar ni cómo te va a ir! Claro está que hay residencias y residencias… Eso también es verdad. De hecho, antes de elegir a la Residencia Benviure de Barcelona, el centro geriátrico en el que lleva ahora dos años mi padre viviendo felizmente, estuve