La fotografía siempre ha de ir de la mano de un organizador de eventos y el motivo es muy sencillo. El 90% de los clientes que te contraten querrán retratar el momento para el recuerdo. Pensad en bodas, bautizos, comuniones, fiestas, promociones, da igual el tipo de evento que sea, siempre querrán fotos. En mi opinión lo mejor es tener un fotógrafo de confianza en cada zona para poder recurrir a él/ella en el momento indicado. Por ejemplo, yo tengo la ayuda incondicional de este fotógrafo profesional en Madrid para poder recurrir a él cuando me salen clientes en cualquier lugar de la capital.
Tenéis que tener en cuenta que no podéis contratar a cualquiera porque el trabajo fotográfico que os haga será también en vuestro nombre, es decir, debéis poder confiar en ese fotógrafo puesto que vosotros dais la cara por él y le respaldáis con vuestra firma. En Madrid, como ya os he comentado, confío ciegamente en FJ Sirvent, os lo recomiendo encarecidamente. Es un fotógrafo con muchísimos años de experiencia que tiene magia en los dedos, sabe captar la esencia de la imagen, del momento, del instante. A mí personalmente me encanta.
Por daros algún consejo más os recomiendo a Hevia Fotógrafos en Asturias y a Lovely Photo en Zaragoza. Ambos son dos estudios familiares muy buenos con tradición a sus espaldas y mucha experiencia. Por el sur conozco a menos fotógrafos porque trabajo bastante más por el centro y norte de España pero la clave está en encontrar a alguien que trabaje bien, que trabaje como os gusta y llegar a algún tipo de acuerdo de colaboración para poder recurrir a él siempre que sea necesario y poder depositar vuestra confianza en él sabiendo que le trabajo que realizará será impecable.
De todos modos siempre tenéis que tener en cuenta la opinión de vuestros clientes porque, como ya sabréis, os podéis encontrar de todo tipo. Desde clientes muy tradicionales hasta gente que busca la originalidad en cada fotografía así que también es buena idea contar con un fotógrafo muy polivalente o con uno más tradicional y otro más innovador para contratar a uno u otro según el caso.
La fotografía de bodas, por ejemplo, ha llegado a un punto en el que no sabes por donde te puede salir el cliente. Yo he tenido a parejas que han querido el reportaje de boda más tradicional posible, con pre-boda en la playa o en el campo y preciosos paisajes. Pero también he tenido parejas que querían una pre-proba debajo del agua, así, como lo leéis, con la novia buceando embutida en su precioso vestido y el novio con pajarita flotando incluida. Por eso nunca sabes lo que te puedes llegar a encontrar.
Una vez tuve a una pareja gótica que quiso hacerse las fotos de la pre-boda en un cementerio y en unas ruinas que había cercanas al mismo lugar. Lo mejor es no opinar, sólo acceder a lo que demanda el cliente buscando lo mejor para él y la mayor calidad posible.