Hoy en día tener una boda original es de lo más complicado y no tiene nada que ver con encontrar una buena wedding planner u organizar el evento tú mismo, sino con el mero hecho de que todo está inventado, todo se ha hecho ya y es muy complicado montar algo que no se haya visto antes pero, aun así, se consigue.
Ahora mismo está muy de moda todo el tema de las bodas rústicas, salvajes y muy grunch. Incluso, si me apuras, también podríamos decir que se lleva mucho el rollo chill out. Atrás quedaron esas bodas ostentosas donde lo barroco y rococó tienen cabida porque, aunque aún queda alguna pareja muy exuberante en ese sentido, hasta las más tradicionales han bajado un poco el listón, lo que no quiere decir que no sea un evento elegante o lleno de glamour porque una cosa no está reñida con otra.
Ahora mismo estamos organizando una boda para finales de agosto donde la pareja quería que todo recordara al campo, a lo ecuestre y a lo rústico, algo que no nos sorprendió porque es bastante típico estos días, pero lo querían todo muy original y muy tematizado por lo que nos pusimos en contacto con varias fincas hasta que dimos con una que nos dejaba decorar y reorganizar hasta el último detalle. Nos pusimos en contacto con Borras Hermanos, una cestería de tradición familiar que lleva muchísimos años en el sector y tienen una experiencia brutal, tanto en muebles de mimbre como en adornos y decoración trabajaos con este material como materia prima, y le encargamos prácticamente toda la decoración: cestas de mimbres enormes para llenar de flores y más pequeñas donde depositar alguna que otra sorpresa y los detalles para los invitados, baúles de madera don los que creamos un rincón de disfraces para hacerse fotos, decoración de forja para crear un centro de mesa precioso, e incluso algunos productos de hostelería confeccionados en mimbre para la ocasión como mantelería individual y posavasos.
Las flores
Lo decoramos todo con flor rústica: margaritas, paniculata, garberas, girasoles, etc. y hasta los camareros iban vestidos como si fueran auténticos granjeros y granjeras.
Una de las principales sorpresas es que contratamos los servicios de un club de equitación y la novia y el novio llegaron en caballos, cada uno en el suyo. Animales que luego se quedaron durante una hora para que los montaran los niños y los invitados pudieran hacerse alguna fotografía.
Tal vez lo más problemático fueron los detalles para los invitados porque si quieres salirte de lo común con las mujeres seguro que encuentras algo pero con los hombres la cosa se complica. Al final localizamos esta tienda online con detalles de hombres para bodas originales donde encontramos lo que estamos buscando. A las mujeres se les regaló un sombrero de mimbre y una sombrilla a juego y a los hombres una petaca de corte antigua como las que se llevaban hace siglos. Fueron todo un bombazo.
Al final lo que demuestra todo esto es que dentro de que todo está visto y no queda nada por inventar, e incluso dentro de una temática tan de moda como la que nos está tocando abordar ahora mismo, se puede ser original, siempre y cuando tu creatividad te acompañe.