Después de pensárnoslo y barajar diferentes opciones, mi pareja y yo decidimos que celebrar nuestra boda buena idea y, aunque teníamos nuestras reticencias, al final, empezamos a encontrar la idea de casarnos como una estupenda manera de reunir a un par de buenos amigos y a nuestras respectivas familias.
Sería la única vez en que estarían todos juntos, y eso nos hacía mucha ilusión. No queríamos complicarnos mucho a la hora de organizar el evento. Más bien, algo sencillo y con pocas personas.
Nos gustaba la idea de hacerla al aire libre, una boda de estilo campestre y con muy buena comida. Al principio, pensamos en contratar a un organizador de fiestas, pero tanto a mi pareja como a mí nos encantaba el diseño y la decoración así que al final acabamos haciéndolo nosotros y, lo cierto es que disfrutamos mucho del proceso.
De elegir la decoración, y pensar en cada uno de los detalles para convertir nuestra boda en un momento inolvidable.
No negaré que buscamos un montón de información, pedimos consejo a amigos profesionales en organización de bodas y nos volvimos un poco locos probando una y mil opciones, pero al final conseguimos muy buenos resultados.
Los Materiales son fundamentales para conseguir una Boda Rústica
Si algo aprendimos, es que la elección de los materiales es clave para conseguir el efecto deseado y que nuestra boda fuera una auténtica boda rústica.
La madera tiene que ser la gran protagonista, puedes utilizar la madera para cajas para flores, escaleras, barriles, mesas o sillas. Además, una idea que vimos en Pinterest y nos gustó mucho es la de los tronquitos de árbol para hacer diferentes detalles decorativos para señalar el camino de la ceremonia.
Lo mejor es cuidar hasta el más mínimo detalle, en cada pequeña cosa tiene que haber ese toque que dé coherencia a todo el estilo. Así, la elección del mismo menaje puede ayudarnos mucho en este sentido, con servilletas de papel reciclado, vajilla con estampados florales o cubiertos de madera.
Otro detalle que le da un toque excelente a la decoración son las flores, en nuestra boda no faltaron una gran variedad de flores en jarrones que improvisamos en jarras de cristal. Flores silvestres que encontramos por la finca, además de rosas, girasoles, margaritas, hortensias.
Lo mejor es despertar nuestra imaginación y creatividad para conseguir una decoración única y original. Nosotros hasta usamos un carro de labranza antiguo de mis abuelos como original rincón para las bebidas.
También nos pareció buena idea contratar una “food truck” para hacer de camioneta de helados, perritos calientes, gin tonics y hasta sushi.
Al final, nos quedó una decoración muy conseguida y lo mejor es que lo habíamos hecho nosotros así que tenía un toque muy personal. Lo que sí contratamos fue a un fotógrafo especializado en bodas porque, de eso sí que queríamos que se encargaran auténticos profesionales.
Mi novio conocía el trabajo de Aday Ortega y le gustaba mucho, son unos fotógrafos especializados en bodas con un estilo muy afín a lo que estábamos buscando.
La boda fue todo un éxito, sencilla, pero en la que no faltaba detalle. Pensaba que no iba a hacerme tanta ilusión, pero, la verdad, es que fue un día mágico difícil de olvidar.
Lo mejor es que podemos recordarlo en un magnífico reportaje fotográfico que recorre cada rincón de nuestra recreación rústica para crear un escenario perfecto en el que compartir ese día entre amigos y familia.
En una de mis fotografías favoritas aparecemos todos bajo el altar hecho con troncos de madera, riendo y disfrutando de ese día que quedará ya para el recuerdo.