Llega el verano y de su mano arriban multitud de eventos al aire libre. Los meses de junio, julio y agosto son un no parar de ferias, de conciertos, de exhibiciones y demás espectáculos para el disfrute de todas las familias. Esta clase de eventos requiere de una organización seria y eficiente para evitar incomodidades e inseguridades y durante los meses de verano somos muchos particulares y empresas los que nos encargamos de ello.
La organización de esta clase de eventos no solo tiene que ver con la instalación de equipos de música o iluminación o la contratación de artistas, que es lo primero que todo el mundo cree. Dicha organización se encarga de absolutamente todo lo que guarde relación con el evento, hasta incluso las cosas más básicas. Teniendo esto en cuenta y sabiendo las molestias que ocasiona el sol en muchos momentos de un día veraniego, también hay que instalar todo lo que tenga que ver con toldos.
Llevo tres décadas dedicándome a un asunto como este. Poseo una empresa dedicada a la organización de diferentes festivales de música, ferias y demás celebraciones en la provincia de Barcelona y con el paso de los años he conseguido reunir una serie de experiencias que me han hecho irme curtiendo en un terreno como este. Por eso creo conveniente resaltar que el verano es una época idónea pero también algo peligrosa para celebrar este tipo de fiestas si no se tienen los elementos adecuados. Es por eso por lo que mi empresa pone a disposición del cliente una serie de toldos, pérgolas, brazos invisibles y un buen abanico de productos más.
El verano de 2014 fue aciago para mis intereses. Acababa de cambiar todo ese material que utilizo para resguardar a los asistentes a los eventos del sol y el nuevo género no salió tan bueno como me esperaba. Los toldos no resistían en absoluto la más mínima ráfaga de aire y además no aislaban lo suficiente el sol, que seguía traspasando la tela.
Mostré mis quejas a la empresa que me proporcionaba dichos materiales y decidí que ese sería el último pedido que les haría. Me acababa de ganar una mala fama a causa del tan pobre servicio que había proporcionado en una serie de eventos y necesitaba limpiar esa imagen cuanto antes mejor.
De ahí que de cara al verano siguiente comenzara a buscar información para trabajar con otra entidad. Necesitaba contactar con alguien serio, cuyo material fuera adecuado para los trabajos en los que mi empresa estaba inmersa y que a ser posible me lo pudiese proporcionar a un precio no demasiado alto.
Toldos Clot, la clave para recuperar mi buena fama
Después de contactar con varias empresas de la provincia de Barcelona, comencé a hacer balance y me decanté por confiar en Toldos Clot. Se trataba de una empresa con amplia experiencia en la venta de productos como los que me interesaban y no estaba dispuesto a dejar pasar una oportunidad como aquella.
La calidad parecía decente y el precio, bastante coherente. Compré toldos, pérgolas y demás accesorios para que los eventos que organizara a partir de entonces destacaran por su fantástica preparación. Y así fue. Aquel verano de 2015 fue muy diferente con respecto al anterior. Por fortuna esos toldos cumplieron con su cometido y los eventos para los que fui contratado contaron con un éxito organizativo importante.
Ese verano me permitió que se deshiciera la mala imagen de 2014. Volví a colocarme entre las principales empresas de la provincia en mi sector y eso se ha traducido en beneficios durante los dos años siguientes. De cara a este verano que acaba de llegar soy bastante optimista. Creo que mi empresa volverá a dar la talla. El material para ello, desde luego, se encuentra en mi poder.