Siempre he pensado que las despedidas de soltero de los chicos son más divertidas que las nuestras. Mientras que ellos organizan actividades de barranquismo, paintball o juegos de escape, nosotras nos conformamos con jornadas de Spa, un par de copas y una tarta con forma fálica. Yo, como usuaria y como organizadora de eventos, estoy un poco harta ¿y vosotras?
A veces somos nosotras mismas las que nos limitamos porque empezamos a poner pegas a ciertas actividades por miedo a que se nos corra el maquillaje y chorradas similares, pero cada vez más, gracias a los Dioses del Olimpo, me encuentro con novias y chicas jóvenes que me piden actividades de aventura donde verdaderamente vayan a pasárselo bien dejando de lado el peinado y el maquillaje.
En una de las últimas bodas que organicé donde me pidieron también la organización de la despedida, conté con Despedidas Show, una empresa especializada en el sector ubicada en Cantabria que ofrece servicios en toda la provincia. Aquella vez la despedida era en Asturias y las chicas contrataron un paquete que incluía una partida de Paintball y barbacoa por la mañana, y rafting por la tarde. Pasaron un día a lo grande y disfrutaron como unas enanas.
También recuerdo otra ocasión en la que organicé una despedida de soltera en Alicante donde las amigas de la novia querían llevar a la chica a un circuito de karts porque la homenajeada era una auténtica fanática de la velocidad y de Fernando Alonso. Al final pusimos un autobús que las recogió a todas sobre las 10:00 de la mañana en Luceros y las llevó a Chicharra Karts, en Villena, considerada una de las mejores instalaciones de minivelocidad de España. Estuvieron allí toda la mañana e hicieron varias competiciones hasta que sólo quedaron dos que corrieron por última vez para nombrar a la ganadora sobre las 12:30, más o menos. Luego de vuelta a Alicante para comer en un restaurante de eventos con menú cerrado y por la tarde fiesta en un barco que salía desde el puerto. Esa también fue una gran despedida.
Chicas Fashion con penes en la cabeza
Sin embargo, y a pesar de que cada vez son más las chicas que piden este tipo de despedida, siguen siendo mayoría las que me piden cosas más tranquilas o demasiado sexistas. Lo de las diademas de penes aún se lleva (por desgracia), aunque me parezca denigrante, igual que las tartas fálicas, y es curioso porque normalmente nos piden cosas con tan “poca clase” las chicas que quieren dar imagen de “divinas de la muerte”. Es contradictorio, pero ya me ha pasado más de una vez y más de dos, que las amigas de la novia empiezan a poner pegas a todo lo que se les propone:
- “Spas no que se me estufa el pelo y luego no puedo arreglármelo”.
- “Deportes de aventura no que luego tenemos que cambiarnos para la fiesta y no da tiempo”.
- “Día completo no que si no a la noche llegamos fatal y tenemos que ir monísimas a la discoteca”
Y claro, al final si descartas todo eso, lo único que queda es lo típico: cenas o comidas en restaurantes eróticos con camareros actores, boys, dragqueens o algo similar y, por supuesto, falos por todas partes.
Una de las despedidas más surrealistas que he montado fue la de una chica de Campello cuyas amigas pidieron un fotógrafo que las acompañara desde las 12 del medio día para hacerse fotos en grupo y a la protagonista, en diferentes situaciones. Pasaron toda la mañana de “book fotográfico” y luego comieron en un restaurante de moda para este tipo de eventos. Por la tarde se fueron a seguir haciéndose un par de fotos más, y luego de tardeo por algunos pubs hasta la hora de la cena, donde se disolvió la comitiva… Si a mí me hacen una despedida así mando a freír espárragos a todas mis amigas, lo juro.
Al final nosotros, los organizadores, vamos a montar exactamente la despedida que se nos pida porque eso es lo que nos da dinero y, al fin y al cabo, estamos para atender a nuestros clientes, pero no puedo evitar que me haga ilusión encontrarme con algún grupo divertido que demuestre que las cosas están cambiando, aunque sea lentamente.